Para poder crear una solución que realmente genere un diferencial, optimizando tiempos e inversión, necesitamos ser certeros con la causa raíz de la situación problema y para eso es necesario hacer un diagnóstico.

Una vez que tenemos el diagnóstico, la etapa de diseño de la solución la cocreamos junto con el cliente de acuerdo a su presupuesto, su necesidad y la realidad que este viviendo. Definimos indicadores por donde comenzar y ponemos primera.

Tener el diseño de la mínima solución viable es una parte de la solución, hay que seguir caminando en el desarrollo de la solución completa, lo que implica ir implementando y probando lo que sucede; ajustar desvíos, volver a probar y así sucesivamente siendo cada vez más grande la entrega de la solución final, sin generar costos abultados en primera instancia. ¡Esto es iterar!

Para garantizar que todo lo desarrollado e implementado se sostenga y poder estar en el momento justo, ante la necesidad de realizar cambios; el seguimiento es la clave y para eso contamos con herramientas que nos permitan monitorear las acciones.